Saturday 25 August 2007

antes eran ángeles


los demonios alguna vez fueron ángeles y un día se cansaron de las alas blancas y de la credulidad. a la obediencia incondicional le pusieron espinas y se volvieron máquinas. así que les llamaron demonios y los vituperaron. no sonreían siempre ni se desvivían por ser cautivadores. les llamaban arrogantes y los miraban de soslayo. las mujeres demonios fueron temidas en el clímax del pavor: de allí nació la idea del vampiro con cara de ángel. era en realidad un demonio separado a kilómetros lux de los vampiros que en la películas de terror aparecen con los ojos inyectados de sangre y los dientes filosos.
los demonios eran libres dentro de las gran jaula llamada planeta tierra. no conspiraban ni siquiera odiaban como crápulas, tampoco se lamentaban como víctimas. ellos que fueron expulsados del paraíso, jamás extrañaban las flores de ese cielo rutinario y crepuscular. ¿cómo conozco a los demonios? oh, es sencillo. suelo amarlos y de tanta mimetización en días y noches de viajes y solares transmutaciones me he tornado demonio y camino cada día de mi vida al margen de los depredadores de demonios y niños.
entre microfascismos descubiertos de vez en cuando y la vaguedad de las calles con smog y guerras donde chicos matan a otros chicos, y mastican chicles soñando violentamente entre siliconas y pastillas; entre sus crímenes y rutas cruzadas, donde el hedor y la hermosura se mezclan, bailo frenéticamente. porque soy demonio y celebro la existencia de las máquinas y la naturaleza, la espumosa belleza de los océanos, la risa de los chicos que se elevan con sus skys por las rotondas verdes, la transfiguración de los bebés cuando se mueven como pequeños demonios, la copulación febril de los amantes y la frontera imaginaria del amor mojado. electrónicamente el mundo tan absurdo y finito gira infernalmente. los demonios no necesitan alas ni nada extraordinario que no sean las canciones que salen de las rockolas brillantes. alguien canta como poseso y el rayo verde pasa.Oh infierno que giras y giras,los demonios nunca te invocan ni cantan. deambulan ebrios los extraviados que raspan sus cicatrices y sangran. los demonios también sangran y mueren. ah, los demonios que se van después de haber volado y volado, sin alas. recuérdalo: alguna vez fueron ángeles. alguna vez obedecieron como mansos sirvientes. ahora no, son demonios y vuelan. hasta el fin, como niños con juguetes y sabiduría. atemporales, no son jóvenes ni viejos. sólo son demonios, siempre demonios.



escrito por rain(v.m.t) julio de 2007. lima-perú.

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